martes, 3 de marzo de 2015

Me conformo con que me quieras 5 minutos... y 5 más, y después 5 más...





Yo pretendo que haya poesía en mi vida, y aventura, y amor. No la artística impostura del amor, sino el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede, ya te arruine o te embelese. Yo debo sentir ese amor.


Pero no sufráis, niñas, no sufráis. Que el hombre en un farsante. Un pie en la tierra, otro en el mar. Jamás sera constante. ¿Por qué sufrir? Dejadles ir, y disfrutad de la vida. Vuestros suspiros convertid en cantos de alegría.



No hay comentarios:

Publicar un comentario