lunes, 9 de abril de 2012

Escucha mi voz.

Al verme preocupada me dijiste: -No tiene nada de malo ¿sabes?, al contrario, es bueno. Ser libre, en el fondo, es la única riqueza que tiene el hombre.


¿Es por este motivo por el que mi alma se asemeja a la de un perro?¿Es por eso por lo que, desde siempre, vago por las calles invadida por la feroz inquietud de los que no tienen amo?


Algunos leeréis esto y os pasara sin pena ni gloria, otros podréis pensarlo durante unos minutos a ver si cuadra con vuestra vida, y otros os parareis a pensar que algo a vosotros también os ha llevado ahí, ¿Pero que? y lo mas importante... ¿Por qué?
Muchas noches, muchas, me pongo a analizarme, a recordarme como era antes de tomar decisiones que desde luego no fueron las correctas. Creo que si me preguntaras el momento en que volví a sonreír, te lo contaría juntando todos los detalles. Te podría decir que el cielo estaba gris, que no había estrellas, que la brisa era fría, que podía escuchar cada palabra y descubrir mil cosas ocultas detrás de cada una. Que me fui a dormir tomando decisiones que me mataban de miedo, pero a la vez me hacían sentir algo que no podría escribir....
 Si me preguntaran ahora, diría que el tiempo no ha pasado, y que no soy capaz de encontrar las mismas cosas ni aunque recorra millones de kilómetros. Que hay tantas manos y tantas caricias, pero el aire siempre se acaba llenando de palabras vacías, de gestos que empiezan a inundarte, pero acaban todos en lo mismo. Yo necesito ese complemento que de gas a mis alas, el ingrediente secreto que se esconde debajo de tu almohada...


¿Lo entiendes ahora?



No hay comentarios:

Publicar un comentario